"Cuando mi señora hubo acabado de usarme como lienzo para sus velas, se sentó sobre mi abdomen y me retiró el antifaz.
— ¿Te gusta el dibujo, Sultán?— Preguntó mientras me pellizcaba los pezones.
— Todo cuanto haga usted me fascina, mi señora."
Intenté apartar a Elena de mi miembro, pero lo único que logré fue llevarme un mordisco en el dedo. Por suerte Ramón estaba demasiado metido en la lectura como para darse cuenta del saltito que di cuando los dientes de Elena se clavaron en mi índice. Su mano sacudía arriba y abajo...
"...Mi polla, ya rígida totalmente, asomaba por la ranura del calzoncillo. No hice nada por disimularlo y ella se dio cuenta. Me miró a los ojos mientras se mordía el labio inferior. .."